
Desde pequeño Miguel ya apuntaba maneras, ejemplo de ello es que fue seguido por el F.C Barcelona a la temprana edad de 14 años . El club culé le brindó la oportunidad de pasar 10 días en la ciudad condal y realizar una prueba de acceso.A continuación os dejo el relato de la experiencia:
Miguel de las Cuevas siempre ha despertado el interés de clubes muy ambiciosos del fútbol español. Desde que era muy pequeño. De hecho, el mediapunta rojiblanco pudo haberse educado futbolísticamente en La Masía, pero la velocidad del Valencia a la hora de decidir la incorporación del alicantino a sus categorías inferiores, cuando sólo contaba sólo 14 años, evitó su ingreso en la selecta familia de la Ciudad Condal.
Los sensores de los ojeadores que el conjunto azulgrana tiene repartidos por toda la geografía española se activaron cuando vieron jugar a un descarado niño con clara vocación ofensiva en las filas del prolífico Kelme ilicitano, donde Miguel de las Cuevas compartió vestuario con el ex rojiblanco Pablo de Lucas, entre otros.
«Me estaban siguiendo desde hace bastante y me llamaron para ir diez días a probar a La Masía. Yo, claro, estaba muy contento porque era un niño y porque se había fijado en mí uno de los grandes», recuerda el futbolista alicantino, que no dudó en hacer el equipaje y plantarse en la Ciudad Condal para intentar sortear el filtro de bienvenida que le habían preparado los técnicos del Barça a él y otra hornada de aspirantes, en la que también se encontraba Lluís Sastre, hermano del capitán del Sporting, que actualmente se encuentra en las filas del Huesca, en Segunda División, a donde llegó procedente del conjunto azulgrana, con un breve paso entre medias por el filial del Zaragoza. «Le conocí a él y a otros muchos chavales que iban también a probar en busca de un sitio, y muchos de ellos juegan ahora en Segunda División. Fue una experiencia muy bonita porque disfruté mucho», explica Miguel de las Cuevas.
El examen terminó sin respuesta, pero, para entonces, el Valencia, que le ofrecía la posibilidad de estar más cerca de su Alicante natal, ya se había puesto en contacto con el entorno del joven futbolista para invitarle a hacer otra prueba en la ciudad del Turia.
Otra vez hizo las maletas, metió cuidadosamente las botas en la mochila, y se desplazó hasta Valencia para tratar de deslumbrar a los técnicos del equipo 'ché': «Estuve allí otros díaz días y también fue una experiencia muy bonita. Al terminar el plazo me dijeron que si me quería quedar podía firmar ya».
Entre medias, el Barcelona volvió a ponerse en contacto con él para anunciarle que había pasado el primer corte, pero que tenía que volver otra semana para verle de nuevo en acción y que los técnicos pudieran confirmar lo que había apuntado en el primer examen para tomar una determinación. «Ellos me decían que tenía que pasar otra prueba, pero después de meditarlo con la familia cogí lo seguro porque en el Valencia me dijeron desde el primer momento que me querían fichar», asegura el ahora futbolista rojiblanco, que, posteriormente, pasó por el Hércules y por el Atlético de Madrid.

FUENTE: El Comercio Digital. |